Como dicen por ahí, el ejemplo comienza por casa, de manera que después de la conversación aquella en la fila del supermercado me quede pensando en lo que había en mi canasta de compra y es que con el tiempo o a fuerza de tanto recomendarselo a mis pacientes he modificado ciertos hábitos, por ejemplo mi familia consume leche semidescremada, hace tiempo reemplazamos el azúcar por endulzante, si en algún momento compramos bebida o jugos procesados elegimos los que son libres de azúcar (no por ser así son más sanos), preferimos al pan integral, comemos carne magra y le retiramos la piel al pollo e incluímos huevo, yogurt y queso en nuestra dieta, lo que no ocurre por ejemplo con el pescado fresco que aunque nos gusta pocas veces lo consumimos (y pensé que al vivir en Chile lo incluiría con mayor frecuencia) el consumo de legumbres ha disminuido y definitivamente la ingesta de frutas y verduras está por debajo de la recomendada, el consumo de aceite es bajo pues preferimos las preparaciones asadas o cocidas en lugar de fritas pero comemos con frecuencia mayonesa casera de ajo (y no por ser casera tiene menos calorías), acá en Chile comemos bastante palta (aguacate) y eventualmente aceitunas lo que no era tan frecuente cuando vivíamos en Colombia y es que sin darme cuenta nuestra dieta se modificó sustancialmente con el cambio de país, reemplazamos las arepas de maíz por pan e incrementamos el consumo de carnes procesadas como jamón, cecinas, vienesas (lo que considero poco saludable), aprendí a hacer pebre (parecido al encurtido colombiano pero con ají) lo que me ha servido para condimentar gran cantidad de preparaciones y ahora en nuestra compra incluímos vino tinto un gusto que en Colombia no siempre nos podíamos dar, nos tocó eso sí, sacrificar el sabor del buen café colombiano y no logro aún acostumbrarme a tomar té.
Lo anterior hablando solo de la alimentación en otra oportunidad le daré un vistazo a otros hábitos como por ejemplo el consumo de agua y la implementación de actividad física.
Tratando entonces de dar respuesta al interrogante inicial consulté respecto a lo que se define como Alimentación Saludable y es que aunque la teoría es clara en ocasiones llevarla a la práctica incluso para nosotros como nutricionistas resulta complejo. De acuerdo con el INTA (Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos) La Alimentación Saludable “es aquella que proporciona toda la energía y los nutrientes que cada persona necesita para crecer, desarrollarse y mantenerse sano. Significa comer abundantes verduras y frutas diariamente, tomar leche o yogur descremados, preferir el pescado, pavo, pollo o carnes rojas sin grasa, comer legumbres, granos enteros y beber mucha agua. Estos alimentos aportan una cantidad suficiente de proteínas, grasas esenciales, minerales, vitaminas, antioxidantes y agua. Gracias a ellos, nuestro cuerpo funciona bien y crea los mecanismos necesarios para defenderse de las enfermedades”.
Sin lugar a duda quedan muchos cambios por hacer, alimentos por incluir y preparaciones por restringir, pero sin lugar a duda evaluar lo que comemos es una tarea que en algún momento todos deberíamos de hacer y en el caso de nosotros los profesionales en Nutrición que mejor que comenzar por casa.
Esta es una prueba de comentario